jueves, 16 de julio de 2009
ahora se puede leer y disfrutar del Tempe Argentino online
http://es.wikisource.org/wiki/El_Tempe_Argentino
este es el link donde pueden leerlo y ver cuan actual es , a pesar de que fue escrito por el 1850.
Gran vision del maestro
domingo, 8 de marzo de 2009
Marcos Sastre
MARCOS SASTRE (1808 - 1887)
Cuando el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires Mariano Acosta y su Ministro Amancio Alcorta, promulgaron el decreto del 26 de marzo de 1874 que establecía la constitución y función de los organismos que debían de integrar la Universidad de Buenos Aires, figuran entre los mismos dos Facultades, la de Ciencias Físico-Naturales y la de Matemáticas, cuyos cuerpos académicos son antecesores de la actual Academia Nacional de Ciencia Exactas, Físicas y Naturales.
El 31 del mismo mes, el Gobierno designó 9 miembros académicos para cada Facultad. Marcos Sastre figuró entre los elegidos para dirigir la Facultad de Ciencias Físico-Naturales, junto con hombres de actuación bien conocida, como Germán Burmeister, Juan Ramorino, Tomás Perón, Miguel Puiggari, Rafael Herrera Vegas, Eduardo Wilde, etc. quienes en la sesión de instalación de la Academia, el 22 de mayo, lo eligen Presidente y Decano de la Facultad. Los Dres. Miguel Puiggari y Tomás Perón son designados Delegados al Consejo Superior de la Universidad. José María Gutiérrez, a su vez, elegido Decano de la Facultad de Matemáticas.
La designación de Marcos Sastre quien entonces tenía 65 años y no había actuado en las etapas superiores de la educación merece ser analizada tanto más que la mayor parte de sus biógrafos no la mencionan o lo hacen sólo brevemente.
Es muy posible que haya influido en la misma su indiscutida pasión por la educación, a la cual se había dedicado siempre que le fue posible. Había fundado escuelas, redactó leyes y reglamentos, escribió textos, ayudando siempre a quien quería aprender. Esta actividad lo había vinculado con Sarmiento, entonces Presidente de la República y tenía amistad antigua con Juan María Gutiérrez, ex rector de la Universidad y miembro con Pedro Goyena y José María Moreno de la Comisión designada por el gobierno para proponer el nuevo reglamento que debía regirla.
Se retiró del Decanato en 1877, siendo sucedido por Miguel Puiggari. La Facultad que rigió durante unos dos años tenía pocos alumnos propios y se dedicaba más a dar cursos para quienes continuarían los estudios en otras carreras.
Marcos Sastre nació en Montevideo, el 2 de octubre de 1808; hijo de don Antonio Sastre y de doña Gerónima Rodríguez, conocidos como el Patriota y la Patriota, por su adhesión sin reservas a la causa de Mayo. Cuando se produce la invasión portuguesa a la Banda Oriental, la familia emigra a Concepción del Uruguay, conocida entonces como Arroyo de la China. Posteriormente se traslada a Santa Fe, Marcos Sastre tenía 8 años y posiblemente allí conoció por primera vez al río Paraná.
Marcos Sastre inicia sus estudios en el colegio Montserrat de Córdoba, recibiendo una beca para perfeccionarse en pintura (1827), que le permite viajar a Buenos Aires. Un año después vuelve a Córdoba, donde cursa estudios superiores científicos y filosóficos, obteniendo el título de Doctor en Filosofía y allí funda su primera escuela.
Forma en la misma ciudad su hogar con doña Jenara de Aramburu (1831) matrimonio del que nacieron 14 hijos. Las primeras décadas de su vida no fueron cómodas a pesar de su pasión por educar y no por mandar. No fue ni político ni militar.
Poco después reside en Buenos Aires, donde en 1833 abre la Librería Argentina, a la cual en 1837, disponiendo de un local mayor en la calle Victoria (Hipólito Yrigoyen) 59, incorpora el conocido salón Literario que se inaugura en el mes de junio en un acto en el cual pronunciaron discursos Marcos Sastre, Juan María Gutiérrez y Juan Bautista Alberdi, Vicente López que se había hecho presente cierra el acto con unas pocas palabras.
El discurso de Marcos Sastre se titula "Ojeada filosófica sobre el estado presente y la suerte futura de la Nación Argentina". En él expuso la razón de la creación del salón, que tendría una biblioteca escogida, anunciaba también que se darían conferencias por personas calificadas.
En la parte doctrinaria expuso la importancia que tenía para el país, que al evolucionar y desarrollarse se adaptara a lo que podía surgir de su mismo ambiente, "una política y legislación propias de su ser; un sistema de instrucción pública acomodado a su ser y una literatura propia y peculiar a su ser".
La vida del Salón fue efímera, en el mes de enero de 1838 se anunciaba públicamente el remate de la librería y Marcos Sastre se retiró a San Fernando donde se dedicó a tareas agropecuarias.
Pero la herencia que el salón dejó fue importante. En él se encuentra el origen de la Asociación de la Joven Argentina, llamada posteriormente Asociación de Mayo, que tuvo mucha influencia en el desarrollo político de la Nación.
Marcos Sastre está de nuevo en Buenos Aires en 1842, vinculado con el llamado Colegio Republicano Federal, creado por Francisco Magesté, ex sacerdote jesuita. De acuerdo a las firmas de algunos diplomas otorgados por el colegio, Marcos Sastre actuaba como secretario.
En 1846, el colegio se une al llamado "Colegio del Plata" y Marcos Sastre queda fuera del nuevo organismo. Se retira nuevamente a San Fernando donde abre una escuela primaria para varones.
Pocos años después en 1849, ha emigrado a Santa Fe donde el gobernador Pascual Echagüe lo recibe sin inconvenientes, y allí redacta el prospecto del Colegio San Jerónimo, y se dedica al periodismo.
Un año más tarde en Entre Ríos, con el cargo de Inspector General de Escuelas, designado por el Gobernador de la Provincia Justo José de Urquiza, donde organiza colegios de varones y mujeres y escribe el Reglamento General para las escuelas de educación primaria en Estados de Entre Ríos (Concepción del Uruguay, Imprenta del Colegio, 1852) el cual, según Antonio Salvadores, expone por primera vez en el país, en forma orgánica, un concepto de educación y de la función de la escuela. Continúa su acción periodística pues se le encarga también de la redacción de "El Federal Entrerriano".
Cuando Urquiza llega a Buenos Aires, Marcos Sastre es designado, después de Caseros, director de la Biblioteca y Regente de la Escuela Normal. En esos momentos, cuando parece poder volver definitivamente a las tareas que más le agradaban, es encarcelado por poco tiempo, debido a una acusación política, y se ve luego obligado a dar lecciones privadas para poder subsistir.
A mediados de 1856, Sarmiento es designado Jefe el Departamento de Escuelas. El mismo año, el Gobernador Valentín Alsina nombra a Marcos Sastre Inspector General de Escuelas, desde cuyo cargo colabora y se vincula con Sarmiento. Su interés por las actividades culturales es visible, es miembro de la Sociedad de Amigos de la Historia Natural y del Instituto Histórico Geográfico.
Años después en 1865, Marcos Sastre, quien es miembro del Consejo de Instrucción Pública, resigna el cargo para tomar la dirección de una escuela normal de Preceptores de Instrucción Pública Primaria, Secundaria y Universitaria, cuyos estatutos y reglamentos debían ser establecidos por el consejo mencionado. Permanece en el cargo por corto tiempo.
Lo mismo ocurre cuando, en 1871, la Municipalidad de Buenos Aires lo designa Director de sus Escuelas, pues sólo actúa alrededor de un año, renunciando para volver a su retiro.
Poco después (1874), ocupa el Decanato de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas, que deja en 1877.
Posteriormente vuelve a su primer amor y en 1891 abre nuevamente una Librería en Buenos Aires, siendo designado poco después (1892), por el Presidente Roca, Miembro del Consejo Nacional de Educación.
Fallece en la ciudad Capital el 15 de febrero de 1897.
Su vida muestra claramente, que Marcos Sastre tenía principalmente vocación de educador. Tenía además pasión por escribir, y aunque una parte de su obra escrita esta dedicada a problemas educativos o a libros de texto, expresa opiniones personales sobre muy diversos temas.
Esta pasión por escribir la tuvo toda su vida. Un año antes de su muerte publica sus "Lecciones sobre objetos comunes y educación para guía de los maestros y de las madres de familia".
En la lista de las publicaciones de Marcos Sastre merecen mencionarse algunas que han tenido una relevancia particular en la historia de nuestra educación y otra que ocupa un lugar permanente en la literatura argentina.
Entre las primeras figuran principalmente la Anagnosia y las Lecciones de Aritmética con el Sistema Métrico. La primera edición de la Anagnosia fue publicada en 1849, cuando Marcos Sastre residía en Santa Fe. Se trata de un método para aprender a leer rápidamente, cosa que consideraba muy importante ante el analfabetismo existente en el país. Fue libro de texto en las escuelas de Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires. Sus ediciones se sucedieron rápidamente y el número de ejemplares impresos debe llegar a varios centenares de miles. A comienzos de siglo, aún, se empleaba en algunas escuelas elementales de la Ciudad de Buenos Aires. Las Lecciones de Aritmética con el Sistema Métrico tenían un fin similar. Publicado en 1865, fue aprobado por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, junto a otros textos, para ser empleado por la Universidad.
La Obra que ha colocado el nombre de Marcos Sastre en forma permanente en la historia de la literatura argentina, es su libro El temple Argentino, cuya primera edición es de 1858. En él se descubre como amante de la naturaleza y como un buen observador de la misma. Describe con prosa florida que recuerda a Virgilio, al delta del Paraná, sus islas, sus plantas y su fauna, profundizando algunos casos particulares. Aunque publicado en 1858 el libro venía gestándose desde muchos años pues ya en 1844 había escrito sobre las islas del Delta. Le puso el nombre de Tempe en Grecia (actualmente llamado también Valle de Tempi), que se encuentra en Tesalia, por donde corre el río Peneios que desemboca en el Golfo de Salónica.
Su publicación fue un éxito para la época. A la primera edición que se agotó en pocos meses, sucedió una segunda al año siguiente y así hasta nuestros días. Actualmente se encuentran en venta en Buenos Aires, dos ediciones con diferente sello editorial. Algunas de esas ediciones contienen prólogos que analizan la publicación y que están firmados por personas destacadas, como Eduardo Holmberg, Víctor Mercante o Emiliano Mac Donah. Los estudios sobre literatura argentina que profundizan su evolución, la mencionan en todos los casos.
Marcos Sastre será recordado entre nosotros por tres aspectos de su vida: como educador, como creador del Salón Literario y como autor de "El Tempe Argentino".
Dr. Venancio Deulofeu
Cuando el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires Mariano Acosta y su Ministro Amancio Alcorta, promulgaron el decreto del 26 de marzo de 1874 que establecía la constitución y función de los organismos que debían de integrar la Universidad de Buenos Aires, figuran entre los mismos dos Facultades, la de Ciencias Físico-Naturales y la de Matemáticas, cuyos cuerpos académicos son antecesores de la actual Academia Nacional de Ciencia Exactas, Físicas y Naturales.
El 31 del mismo mes, el Gobierno designó 9 miembros académicos para cada Facultad. Marcos Sastre figuró entre los elegidos para dirigir la Facultad de Ciencias Físico-Naturales, junto con hombres de actuación bien conocida, como Germán Burmeister, Juan Ramorino, Tomás Perón, Miguel Puiggari, Rafael Herrera Vegas, Eduardo Wilde, etc. quienes en la sesión de instalación de la Academia, el 22 de mayo, lo eligen Presidente y Decano de la Facultad. Los Dres. Miguel Puiggari y Tomás Perón son designados Delegados al Consejo Superior de la Universidad. José María Gutiérrez, a su vez, elegido Decano de la Facultad de Matemáticas.
La designación de Marcos Sastre quien entonces tenía 65 años y no había actuado en las etapas superiores de la educación merece ser analizada tanto más que la mayor parte de sus biógrafos no la mencionan o lo hacen sólo brevemente.
Es muy posible que haya influido en la misma su indiscutida pasión por la educación, a la cual se había dedicado siempre que le fue posible. Había fundado escuelas, redactó leyes y reglamentos, escribió textos, ayudando siempre a quien quería aprender. Esta actividad lo había vinculado con Sarmiento, entonces Presidente de la República y tenía amistad antigua con Juan María Gutiérrez, ex rector de la Universidad y miembro con Pedro Goyena y José María Moreno de la Comisión designada por el gobierno para proponer el nuevo reglamento que debía regirla.
Se retiró del Decanato en 1877, siendo sucedido por Miguel Puiggari. La Facultad que rigió durante unos dos años tenía pocos alumnos propios y se dedicaba más a dar cursos para quienes continuarían los estudios en otras carreras.
Marcos Sastre nació en Montevideo, el 2 de octubre de 1808; hijo de don Antonio Sastre y de doña Gerónima Rodríguez, conocidos como el Patriota y la Patriota, por su adhesión sin reservas a la causa de Mayo. Cuando se produce la invasión portuguesa a la Banda Oriental, la familia emigra a Concepción del Uruguay, conocida entonces como Arroyo de la China. Posteriormente se traslada a Santa Fe, Marcos Sastre tenía 8 años y posiblemente allí conoció por primera vez al río Paraná.
Marcos Sastre inicia sus estudios en el colegio Montserrat de Córdoba, recibiendo una beca para perfeccionarse en pintura (1827), que le permite viajar a Buenos Aires. Un año después vuelve a Córdoba, donde cursa estudios superiores científicos y filosóficos, obteniendo el título de Doctor en Filosofía y allí funda su primera escuela.
Forma en la misma ciudad su hogar con doña Jenara de Aramburu (1831) matrimonio del que nacieron 14 hijos. Las primeras décadas de su vida no fueron cómodas a pesar de su pasión por educar y no por mandar. No fue ni político ni militar.
Poco después reside en Buenos Aires, donde en 1833 abre la Librería Argentina, a la cual en 1837, disponiendo de un local mayor en la calle Victoria (Hipólito Yrigoyen) 59, incorpora el conocido salón Literario que se inaugura en el mes de junio en un acto en el cual pronunciaron discursos Marcos Sastre, Juan María Gutiérrez y Juan Bautista Alberdi, Vicente López que se había hecho presente cierra el acto con unas pocas palabras.
El discurso de Marcos Sastre se titula "Ojeada filosófica sobre el estado presente y la suerte futura de la Nación Argentina". En él expuso la razón de la creación del salón, que tendría una biblioteca escogida, anunciaba también que se darían conferencias por personas calificadas.
En la parte doctrinaria expuso la importancia que tenía para el país, que al evolucionar y desarrollarse se adaptara a lo que podía surgir de su mismo ambiente, "una política y legislación propias de su ser; un sistema de instrucción pública acomodado a su ser y una literatura propia y peculiar a su ser".
La vida del Salón fue efímera, en el mes de enero de 1838 se anunciaba públicamente el remate de la librería y Marcos Sastre se retiró a San Fernando donde se dedicó a tareas agropecuarias.
Pero la herencia que el salón dejó fue importante. En él se encuentra el origen de la Asociación de la Joven Argentina, llamada posteriormente Asociación de Mayo, que tuvo mucha influencia en el desarrollo político de la Nación.
Marcos Sastre está de nuevo en Buenos Aires en 1842, vinculado con el llamado Colegio Republicano Federal, creado por Francisco Magesté, ex sacerdote jesuita. De acuerdo a las firmas de algunos diplomas otorgados por el colegio, Marcos Sastre actuaba como secretario.
En 1846, el colegio se une al llamado "Colegio del Plata" y Marcos Sastre queda fuera del nuevo organismo. Se retira nuevamente a San Fernando donde abre una escuela primaria para varones.
Pocos años después en 1849, ha emigrado a Santa Fe donde el gobernador Pascual Echagüe lo recibe sin inconvenientes, y allí redacta el prospecto del Colegio San Jerónimo, y se dedica al periodismo.
Un año más tarde en Entre Ríos, con el cargo de Inspector General de Escuelas, designado por el Gobernador de la Provincia Justo José de Urquiza, donde organiza colegios de varones y mujeres y escribe el Reglamento General para las escuelas de educación primaria en Estados de Entre Ríos (Concepción del Uruguay, Imprenta del Colegio, 1852) el cual, según Antonio Salvadores, expone por primera vez en el país, en forma orgánica, un concepto de educación y de la función de la escuela. Continúa su acción periodística pues se le encarga también de la redacción de "El Federal Entrerriano".
Cuando Urquiza llega a Buenos Aires, Marcos Sastre es designado, después de Caseros, director de la Biblioteca y Regente de la Escuela Normal. En esos momentos, cuando parece poder volver definitivamente a las tareas que más le agradaban, es encarcelado por poco tiempo, debido a una acusación política, y se ve luego obligado a dar lecciones privadas para poder subsistir.
A mediados de 1856, Sarmiento es designado Jefe el Departamento de Escuelas. El mismo año, el Gobernador Valentín Alsina nombra a Marcos Sastre Inspector General de Escuelas, desde cuyo cargo colabora y se vincula con Sarmiento. Su interés por las actividades culturales es visible, es miembro de la Sociedad de Amigos de la Historia Natural y del Instituto Histórico Geográfico.
Años después en 1865, Marcos Sastre, quien es miembro del Consejo de Instrucción Pública, resigna el cargo para tomar la dirección de una escuela normal de Preceptores de Instrucción Pública Primaria, Secundaria y Universitaria, cuyos estatutos y reglamentos debían ser establecidos por el consejo mencionado. Permanece en el cargo por corto tiempo.
Lo mismo ocurre cuando, en 1871, la Municipalidad de Buenos Aires lo designa Director de sus Escuelas, pues sólo actúa alrededor de un año, renunciando para volver a su retiro.
Poco después (1874), ocupa el Decanato de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas, que deja en 1877.
Posteriormente vuelve a su primer amor y en 1891 abre nuevamente una Librería en Buenos Aires, siendo designado poco después (1892), por el Presidente Roca, Miembro del Consejo Nacional de Educación.
Fallece en la ciudad Capital el 15 de febrero de 1897.
Su vida muestra claramente, que Marcos Sastre tenía principalmente vocación de educador. Tenía además pasión por escribir, y aunque una parte de su obra escrita esta dedicada a problemas educativos o a libros de texto, expresa opiniones personales sobre muy diversos temas.
Esta pasión por escribir la tuvo toda su vida. Un año antes de su muerte publica sus "Lecciones sobre objetos comunes y educación para guía de los maestros y de las madres de familia".
En la lista de las publicaciones de Marcos Sastre merecen mencionarse algunas que han tenido una relevancia particular en la historia de nuestra educación y otra que ocupa un lugar permanente en la literatura argentina.
Entre las primeras figuran principalmente la Anagnosia y las Lecciones de Aritmética con el Sistema Métrico. La primera edición de la Anagnosia fue publicada en 1849, cuando Marcos Sastre residía en Santa Fe. Se trata de un método para aprender a leer rápidamente, cosa que consideraba muy importante ante el analfabetismo existente en el país. Fue libro de texto en las escuelas de Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires. Sus ediciones se sucedieron rápidamente y el número de ejemplares impresos debe llegar a varios centenares de miles. A comienzos de siglo, aún, se empleaba en algunas escuelas elementales de la Ciudad de Buenos Aires. Las Lecciones de Aritmética con el Sistema Métrico tenían un fin similar. Publicado en 1865, fue aprobado por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, junto a otros textos, para ser empleado por la Universidad.
La Obra que ha colocado el nombre de Marcos Sastre en forma permanente en la historia de la literatura argentina, es su libro El temple Argentino, cuya primera edición es de 1858. En él se descubre como amante de la naturaleza y como un buen observador de la misma. Describe con prosa florida que recuerda a Virgilio, al delta del Paraná, sus islas, sus plantas y su fauna, profundizando algunos casos particulares. Aunque publicado en 1858 el libro venía gestándose desde muchos años pues ya en 1844 había escrito sobre las islas del Delta. Le puso el nombre de Tempe en Grecia (actualmente llamado también Valle de Tempi), que se encuentra en Tesalia, por donde corre el río Peneios que desemboca en el Golfo de Salónica.
Su publicación fue un éxito para la época. A la primera edición que se agotó en pocos meses, sucedió una segunda al año siguiente y así hasta nuestros días. Actualmente se encuentran en venta en Buenos Aires, dos ediciones con diferente sello editorial. Algunas de esas ediciones contienen prólogos que analizan la publicación y que están firmados por personas destacadas, como Eduardo Holmberg, Víctor Mercante o Emiliano Mac Donah. Los estudios sobre literatura argentina que profundizan su evolución, la mencionan en todos los casos.
Marcos Sastre será recordado entre nosotros por tres aspectos de su vida: como educador, como creador del Salón Literario y como autor de "El Tempe Argentino".
Dr. Venancio Deulofeu
sábado, 7 de marzo de 2009
Acto de la Academia Nacional de la Historia
Salón de actos del Colegio Nacional Buenos Aires. Homenaje Octubre 2008
viernes, 6 de marzo de 2009
miércoles, 4 de marzo de 2009
domingo, 6 de julio de 2008
Nueva estampilla del maestro
lunes, 10 de septiembre de 2007
Consejos de ORO
Pueden leerlo en esta direccion:
http://www.bnm.me.gov.ar/ebooks/bnmreader.php?inv=00076927&orden=0
Libro de Marcos Sastre
http://www.bnm.me.gov.ar/ebooks/bnmreader.php?inv=00076927&orden=0
Libro de Marcos Sastre
martes, 4 de septiembre de 2007
¿Quién es el Marcos Sastre actual?
El gestor
Por Sonia Budassi en Literatura, Reseñas escritas por Tamarisco
(Qué lindo sería tener un Marcos Sastre propio)
Y pregunta: (¿quién es el Marcos Sastre actual?)
Por Sonia Budassi*
Suele creerse que un proyecto artístico puede prosperar sólo gracias al talento. Pocas veces se tiene en cuenta el sustento material que se necesita, a veces, para que una empresa intelectual crezca. Salvo contadas excepciones –desde el mismo Marcos Sastre hasta Victoria Ocampo– los mecenas o gestores son olvidados. A 120 años de la muerte de Sastre, ocurrida el 15 de febrero de 1887, su figura puede haber sido opacada por los destellos intelectuales de sus notables compañeros de la "generación de 1837". Si bien el uruguayo no fue estrictamente un mecenas, su labor puede pensarse como condición de posibilidad material para la existencia del grupo conformado por Juan Bautista Alberdi, Esteban Echeverría, Juan María Gutiérrez, José Marmol y Carlos Tejedor, entre otros que pretendían, con la mirada puesta en Francia, alejarse del heredado modelo español.
En 1833 Sastre abre su librería en Buenos Aires y, a principios de 1835, pone a disposición del público sus propios y selectos libros sobre arte y ciencia, a los que se accedía por suscripción. La librería pronto se convierte en punto de reunión tanto de estudiantes como del público letrado. Según Vicente Fidel López, Sastre era un erudito bibliógrafo y un consejero siempre "dispuesto a indicar lo que sabía, con un laconismo y una seriedad en la que no transpiraba nada de mercantilismo".
Comunidad intelectual. La notoriedad del lugar termina de afirmarse cuando se inaugura el Salón Literario –en junio de 1837–, convertido en el centro de operaciones de aquellos intelectuales que, interesados en la concepción de una literatura nacional, no ocultan sus ambiciones políticas. Algo propio de una época que responde con efervescencia intelectual a las incertidumbres políticas. La idea de Nación no era un concepto compartido por todos y las respuestas se ensayaban en disertaciones y debates públicos.
Mientras obra y proyecto nacional buscan incluirse mutuamente –algo que por estos años logra La cautiva–, Echeverría, Sastre y Alberdi piensan que la revolución independentista –en palabras del autor de El matadero– tuvo "espadas brillantes" sin "dirección" ni "inteligencia". Echeverría afirma: "Yo busco en vano un sistema filosófico, parto de la razón argentina y no la encuentro; busco una literatura original, expresión brillante y animada de nuestra vida social, y no la encuentro". La compartida sensación de malestar se socializa en aquel ámbito, al tiempo que circulan textos que más tarde serían fundantes de la literatura nacional. En una reunión, por ejemplo, llegó a leerse parte del poema La cautiva, cuando aún estaba inédito.
Si se habla de cuestiones políticas trascendentales como el "destino de la Nación", es más fácil compartir el diagnóstico que superar las fracturas frente a las propuestas de cambio. Oponiéndose a Echeverría, Sastre y Alberdi ven una base confiable en la figura de Juan Manuel de Rosas. Si la revolución había sido sólo una acción desprovista de reflexión, Sastre encuentra en el "Restaurador" una salida posible. En la inauguración del Salón Literario lee "Ojeada filosófica sobre el estado presente y la suerte futura de la Nación", en donde manifiesta su entusiasmo con respecto a la nueva generación que ve gestarse. Su deseo es que ella termine con "todos los errores que han entorpecido el desarrollo inelectual", y proclama la necesidad de una nueva independencia en el ámbito de las letras y de la ciencia. De Rosas afirma: "Dotado de gran capacidad, activo, infatigable" es "el hombre que la Providencia nos presenta más a propósito para presidir la gran reforma de ideas y costumbres (...) La paz y el orden son los grandes bienes de su gobierno".
La declaración muestra su entusiasmo y compromiso, a la vez que cierta ingenuidad. Por esta época, Sastre no tenía, como sus compañeros de generación, una obra en que ampararse. Luego, su apoyo al gobierno no le traería más que decepción, el costo que tuvo que pagar por perder el sentido crítico frente a quien detentaba el poder de modo absoluto. En 1838 se cierra el Salón Literario a causa de la censura a la revista Moda, que publicaban sus asistentes. Sastre se retira a San Fernando y, separado de aquel grupo –quizá por este motivo–, pudo por fin escribir su obra. La tempe argentina (reeditada en 2005 en la colección Los raros de la Biblioteca Nacional) es un tratado de geografía y biología bastante original para la época. El libro, que inició el camino de la literatura del Delta que luego continuaría Sarmiento, promociona la región con un tono didáctico y exaltado. En 1849, también publica Anagnosia, un tratado para enseñar a leer. Así, sus libros lo situaron más cerca del sistema escolar que del literario; y la apropiación que los programas de estudio hicieron de estas obras lograron que Tempe tuviera más tirada que el Facundo. Erudito y autodidacta, Sastre haría carrera como funcionario en instituciones educativas. La trascendencia de su figura quedaría subordinada, para siempre, por su gestión en el legendario Salón Literario y por la asimiliación personal de una región que, en su momento, se creía inhabitable.
Por Sonia Budassi*
Suele creerse que un proyecto artístico puede prosperar sólo gracias al talento. Pocas veces se tiene en cuenta el sustento material que se necesita, a veces, para que una empresa intelectual crezca. Salvo contadas excepciones –desde el mismo Marcos Sastre hasta Victoria Ocampo– los mecenas o gestores son olvidados. A 120 años de la muerte de Sastre, ocurrida el 15 de febrero de 1887, su figura puede haber sido opacada por los destellos intelectuales de sus notables compañeros de la "generación de 1837". Si bien el uruguayo no fue estrictamente un mecenas, su labor puede pensarse como condición de posibilidad material para la existencia del grupo conformado por Juan Bautista Alberdi, Esteban Echeverría, Juan María Gutiérrez, José Marmol y Carlos Tejedor, entre otros que pretendían, con la mirada puesta en Francia, alejarse del heredado modelo español.
En 1833 Sastre abre su librería en Buenos Aires y, a principios de 1835, pone a disposición del público sus propios y selectos libros sobre arte y ciencia, a los que se accedía por suscripción. La librería pronto se convierte en punto de reunión tanto de estudiantes como del público letrado. Según Vicente Fidel López, Sastre era un erudito bibliógrafo y un consejero siempre "dispuesto a indicar lo que sabía, con un laconismo y una seriedad en la que no transpiraba nada de mercantilismo".
Comunidad intelectual. La notoriedad del lugar termina de afirmarse cuando se inaugura el Salón Literario –en junio de 1837–, convertido en el centro de operaciones de aquellos intelectuales que, interesados en la concepción de una literatura nacional, no ocultan sus ambiciones políticas. Algo propio de una época que responde con efervescencia intelectual a las incertidumbres políticas. La idea de Nación no era un concepto compartido por todos y las respuestas se ensayaban en disertaciones y debates públicos.
Mientras obra y proyecto nacional buscan incluirse mutuamente –algo que por estos años logra La cautiva–, Echeverría, Sastre y Alberdi piensan que la revolución independentista –en palabras del autor de El matadero– tuvo "espadas brillantes" sin "dirección" ni "inteligencia". Echeverría afirma: "Yo busco en vano un sistema filosófico, parto de la razón argentina y no la encuentro; busco una literatura original, expresión brillante y animada de nuestra vida social, y no la encuentro". La compartida sensación de malestar se socializa en aquel ámbito, al tiempo que circulan textos que más tarde serían fundantes de la literatura nacional. En una reunión, por ejemplo, llegó a leerse parte del poema La cautiva, cuando aún estaba inédito.
Si se habla de cuestiones políticas trascendentales como el "destino de la Nación", es más fácil compartir el diagnóstico que superar las fracturas frente a las propuestas de cambio. Oponiéndose a Echeverría, Sastre y Alberdi ven una base confiable en la figura de Juan Manuel de Rosas. Si la revolución había sido sólo una acción desprovista de reflexión, Sastre encuentra en el "Restaurador" una salida posible. En la inauguración del Salón Literario lee "Ojeada filosófica sobre el estado presente y la suerte futura de la Nación", en donde manifiesta su entusiasmo con respecto a la nueva generación que ve gestarse. Su deseo es que ella termine con "todos los errores que han entorpecido el desarrollo inelectual", y proclama la necesidad de una nueva independencia en el ámbito de las letras y de la ciencia. De Rosas afirma: "Dotado de gran capacidad, activo, infatigable" es "el hombre que la Providencia nos presenta más a propósito para presidir la gran reforma de ideas y costumbres (...) La paz y el orden son los grandes bienes de su gobierno".
La declaración muestra su entusiasmo y compromiso, a la vez que cierta ingenuidad. Por esta época, Sastre no tenía, como sus compañeros de generación, una obra en que ampararse. Luego, su apoyo al gobierno no le traería más que decepción, el costo que tuvo que pagar por perder el sentido crítico frente a quien detentaba el poder de modo absoluto. En 1838 se cierra el Salón Literario a causa de la censura a la revista Moda, que publicaban sus asistentes. Sastre se retira a San Fernando y, separado de aquel grupo –quizá por este motivo–, pudo por fin escribir su obra. La tempe argentina (reeditada en 2005 en la colección Los raros de la Biblioteca Nacional) es un tratado de geografía y biología bastante original para la época. El libro, que inició el camino de la literatura del Delta que luego continuaría Sarmiento, promociona la región con un tono didáctico y exaltado. En 1849, también publica Anagnosia, un tratado para enseñar a leer. Así, sus libros lo situaron más cerca del sistema escolar que del literario; y la apropiación que los programas de estudio hicieron de estas obras lograron que Tempe tuviera más tirada que el Facundo. Erudito y autodidacta, Sastre haría carrera como funcionario en instituciones educativas. La trascendencia de su figura quedaría subordinada, para siempre, por su gestión en el legendario Salón Literario y por la asimiliación personal de una región que, en su momento, se creía inhabitable.
*publicado el domingo 18 de febrero en Cultura de Perfilhttp://hojasdetamarisco.blogspot.com/2007_02_01_archive.htm
Escuelas flotantes en Entre Ríos.
http://www.boletinargentino.com/index.php?p=341
Artículo sobre la escuela flotante Marcos Sastre, en Entre Ríos. Argentina.
El mejor homenaje.
Artículo sobre la escuela flotante Marcos Sastre, en Entre Ríos. Argentina.
El mejor homenaje.
lunes, 3 de septiembre de 2007
viernes, 24 de agosto de 2007
Quinta del Alto. San Fernando. Prov. Bs. As.
jueves, 23 de agosto de 2007
Matrimonio Elina Sastre Freytes y Marcos Navarrot.1927
jueves, 16 de agosto de 2007
Adelaida Freytes y Eliseo Sastre Ardiles (Nieto de Marcos Sastre). Bodas de Oro. 1945
Bodas de Oro de Eliseo Sastre Ardiles y Adelaida Freytes en la casa de Ameghino 60,Bell Ville, año1945 . Falta el último nieto Marcos Sastre Maggi nacido al año siguiente.
Arriba de pie :Angela Maggi de Sastre (Abajo: Benjamín E.) Evangelina Cardozo de Sastre( Abajo:Amaro) Elisa SastreAlvarez, Rosa Emilia Sastre Freytes, Amaro Eliseo Sastre Alvarez,Nery Sastre Alvarez, Marcos J.G.Navarrot Perreón (Abajo Elina Isabel),Rafael Capellupo(Abajo Angélica Adelaida)
En el centro Adelayda Freytes de Sastre y Eliseo Sastre Ardiles. En las rodillas Rafael Mario Capellupo Sastre.
A los pies: Nelia Beatriz Sastre Maggi, Eduardo Sastre Cardozo. Mónica Sastre Cardozo y Elina Navarrot Sastre.
Aporte de Elina Navarrot Sastre de Cantón.
Aporte de Elina Navarrot Sastre de Cantón.
miércoles, 15 de agosto de 2007
Familia Adelaida Freytes - Eliseo Sastre. Nieto de Marcos
Publicación
Tapa de la edición hecha en abril de 1999 por el gobierno de la Provincia de Córdoba con motivo de la conmemoración del 171o. aniversario de la fundación de Ballesteros Sud y en ocasión de la inaguración de la Biblioteca Municipal "Marcos Sastre" (23 de abril de 1999). El primitivo trabajo fue escrito por Maria del Carmen Alonso de D'alkaine (maestra de la escuela No 14 del C.E.19) y editada por el Consejo Nacional de Educación en 1941..Fue realizado por iniciativa, producción y presentación de Rafael Mario Capellupo Sastre (recientemente fallecido).
Aporte de Elina Navarrot Sastre de Cantón.
Aporte de Elina Navarrot Sastre de Cantón.
domingo, 12 de agosto de 2007
Bisnieto de Marcos
Familia Genara Sastre Aramburu- Manuel Castilla Portugal
En esta maravillosa foto familiar de los Castilla Sastre están de izq. a derecha Antonio (sentado), Manuel (parado), en el sofá: Genara Sastre Aramburu (hija de Marcos), Luis Jerónimo (mi abuelo), Gregoria Solá Aranguren de Castilla Portugal, Genara (parada detrás), Marcos, Manuel Castilla Portugal con Gregoria (Goya) apoyada en sus piernas, en el piso: a la izq Benjamín, a la derecha Fernando (abuelo de Gustavo Bourdieu). ¡No quiero pensar cómo hicieron para que todos estuvieran preciosos!
sábado, 11 de agosto de 2007
Foto antigua cerca de 1933
jueves, 9 de agosto de 2007
miércoles, 8 de agosto de 2007
Quinta del Bajo. Casa de Marcos Sastre en San Fernando, Provincia de Buenos Aires.
En esa quinta viveron varias generaciones de la familia Sastre. Hijos, nietos, bisnietos y tataranietos, incluída yo (Cecilia).
Estaba ubicada en la Av. del Libertador 948, entre Sarmiento y Madero. Hace aproximadamente 5 años, demolieron lo que fue la capilla, ante la desidia de las autoridades Municipales (Sin palabras).
viernes, 3 de agosto de 2007
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